Y es que ya estamos a mitad de noviembre y sigue el buen tiempo. Es anormal, como indican los más viejos del lugar, pero aún así hay que, de vez en cuando, encender la estufa y meter leña al fuego.
Yo me dedico a eso, cojo la motosierra y me subo al monte, a buscar arboles caídos o dejados por los maderistas (que sólo van a por los eucaliptos para la fábrica de papel) y me abastezco de madera para el invierno. Además, hago limpieza en el monte, pues esta gente sólo busca el lucro y no respetan la Naturaleza.
Una forma simbiótica de dar y recibir lo que necesitamos: limpiamos el monte de arboles que sólo sirven para pudrirse a cambio de poder calentar nuestra casa.
¿Y cómo haces para para cortar y trasportar la madera hasta casa?, me preguntaréis.
Pues lo hago así, cortando los arboles en trozos transportables y, en un descampado con acceso a la carretera, parto los troncos en trozos más pequeños y los llevo a casa en el carretillo, para así meterlos ya a la estufa sin tener que cortarlos en los alrededores de la casa.
Aprovechad que aún hay buen tiempo y se puede hacer acopio de leña. Pronto llegará diciembre, el invierno, y subir al monte será un trabajo muy difícil.
Yo con mi MCSP45. |