Gracias a esta maldita crisis y a los más de 47€ que me pide el SAT por el arranque de la desbrozadora, he tenido que volver a proporcionarle los servicios a la "abuelita" guadaña.
Es complicado volver a usar una herramienta como esa cuando ya te has acostumbrado a usar una máquina tan potente como una desbrozadora. Pero no hay remedio, hay que tirar de lo que tenemos a mano...
Bueno, espero poder conseguir arreglar la desbrozadora pronto para volver a dar caña en el prado y en el monte, pues ya empiezan a salir las hierbas por encima del muro en dirección a la casa.